Redacción
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El grupo Amlima presentó El nunana, una gran celebración con música y danzas africanas en la que predominaron la destreza de los acróbatas al bailar sobre zancos y los trajes típicos de Togo, país ubicado en África Occidental. El público se contagió del peculiar ritmo de los intérpretes, quienes a través de un espectáculo multidisciplinario lucieron las costumbres de su país.
Mientras se escuchó el retumbar de los tambores, los integrantes de la agrupación bailaron con frenesí sin mostrar signos de agotamiento. Sus cuerpos dejaron fluir la energía que los movilizó para dejarse guiar por el sonar de las percusiones y hacer bullas características de una gran festividad africana.
Los asistentes disfrutaron y fueron partícipes del ritual en el que aparecieron bailarines sobre zancos (tchébés), quienes sorprendieron por la agilidad y la naturalidad con que coordinaban sus movimientos acrobáticos; “abandonaban” su cuerpo para dejarse llevar por el alma poseída que los invitaba a bailar y a expresarse a través de la danza.
Uno de los elementos vitales fue el uso del fuego, su manejo excepcional se notó cuando comenzó el Ézo, un ritual que se utiliza como símbolo de transformación.
Durante más de una hora, con diferentes trajes y sonidos, los danzantes presentaron el Gakokoé, sonido de campanas que sus antepasados utilizaban para anunciar o dar información a su pueblo; Vivina, baile campesino que se interpreta después de una buena cosecha; Atito, ritmo que se toca antes de sembrar para pedir permiso a la madre tierra; N’di Gbadja, danza popular del país; Idjombi, sonido y baile para celebrar a los jóvenes del norte; Adjogbo, percusión y danza del sureste; Edo, ceremonia de pesca; Doudoum, percusión que se toca para festejar el nacimiento de un bebé, entre otras piezas.
El nunana es un espectáculo en el cual la danza más que una diversión o una muestra de bailes africanos, es un diálogo en el que no hace falta compartir una misma lengua, pues los interlocutores son los instrumentos, las voces humanas y sus diferentes
sonoridades, los palmeos y la alegría del pueblo africano; elementos que permitieron una conexión con el público mexicano.
Amlima, cuyo nombre en ewe significa “milagro” o “hecho extraordinario”, fue creada en 1983 bajo el impulso de Simon Laté Lawson; se ha presentado en Alemania, Francia, Holanda, España, Italia, Inglaterra, Suiza, Bélgica, Grecia, Rumania, Portugal e Islandia, así como en los encuentros internacionales de Londrina (Brasil), Bolonia (Italia) y Gdansk (Polonia), a donde ha llevado un amplio repertorio de cantos y bailes de África negra.
El percusionista, cantante, bailarín y zanquero Laté Lawson ha sido reconocido en Alemania, Brasil, España, Italia, Polonia y en su mismo país. Además, ha participado en festivales de Bélgica, Ghana, Holanda y Eslovenia.
El nunana se presentará también el sábado 6 y el domingo 7 de octubre a las 22:00 horas, en la misma sede.