Redacción
GtoViaja!
Conoce los “Pies que espiritualizan la realidad” en el Museo Casa Diego Rivera del Instituto Estatal de la Cultura.
Asiste a la inauguración de esta serie de más de 40 pinturas de José Gerardo Uribe Aguayo, quien se presenta como Yuribian Hetzu el próximo 29 de enero a las 19:00 horas, misma que permanecerá abierta hasta el 15 de marzo.
El maestro nació en Dolores Hidalgo, CIN, se graduó de de licenciado en Filosofía por la UG y desde 1990 ingresó como becario a la Asociación Mundial de Artistas Pintores con la Boca y con el Pie, con sede en el Principado de Liechtenstein (ubicado entre Suiza y Austria).
Años después alcanzó el grado de Miembro de Pleno Derecho de la Asociación Mundial de Artistas Pintores con la Boca y con el Pie. Y desde el año 2005 es maestro en Estética y Filosofía del Arte con grado de ‘laureado’ al sustentar de manera brillante la tesis titulada: “La fragmentación composicional en las vanguardias artísticas” asesorado por el Maestro Benjamín Valdivia.
También, ha estudiado pintura y dibujo con los maestros Jorge Rocha, Jorge Vázquez, Douglas Dawson, Luis Nishizawa, Nicolás Moreno y con la maestra Patricia van Vloten en la Escuela de Artes Plásticas. Durante su estancia por seis meses en España, en el año de 1993, cursó materias libres en la Universidad Complutense y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Ha sido distinguido con diploma y medalla de honor en la residencia oficial de Los Pinos con el Premio Nacional de la Juventud 1986 —de manos del entonces Presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado— por méritos cívicos y méritos en la enseñanza.
Sobre su obra podemos mencionar que se nutre de la precisa aplicación de los elementos plásticos como la geometría, el color, las líneas, los planos y las texturas, los cuales se configuran con criterios lógicos, del mismo modo como la argumentación de un discurso filosófico.
Con ello, el estilo del maestro contempla una mirada que registra con particular figuración variados aspectos de la vida cotidiana, los cuales constituyen escenas diversas: como la inmediata cercanía de sus propios pies en tinta sobre papel; o bien, la certera metáfora del desgaste del tiempo mediante un par de botas, realizada en grafito sobre papel; además, el preciso dibujo de un violinista callejero, elaborado en tinta con pincel y plumilla sobre papel; incluso, la detallada escena de una vista desierta del paisaje en Calderones, cercanías de Guanajuato, realizada en tinta sobre papel.
