Redacción
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En la edición no. 68 de SAPICA se exhibe el calzado que usó el Papa Benedicto XVI durante su visita a tierras guanajuatenses Ackerman es el responsable de calzar a Ratzinger.
Luego de que Federico Lombardi, vocero del Vaticano, anunció que Benedicto XVI usará zapatos mexicanos tras su renuncia como Papa, el calzado y sus creadores han causado revuelo a nivel internacional, pero ¿quién es el empresario que está detrás del calzado?.
La empresa que diseño los zapatos preferidos de Benedicto XVI responde al nombre de Ackerman, que es dirigida por el artesano mexicano Armando Martín Dueñas, un empresario de 46 años que ha dirigido la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato.
Dueñas, licenciado en Derecho Comparado por la Universidad de Loyola Law School, que es parte de la Ibero, en Los Angeles, California, dice al periódico A.M de Guanajuato que la industria del calzado ha sido todo para él, pues “ yo nací entre los zapatos, he vivido, he podido desarrollarme y crecer como persona, en todos los aspectos, por los zapatos”.
El empresario mexicano relata que su familia se ha dedicado a elaborar calzado fino de mujer, con las zapaterías Madama Boutique; sin embargo, hace 10 años decidió enfocarse en la fabricación de zapatos finos para hombre de hombre y fundó la fábrica de calzado Ackerman.
Armando Martín Dueñas no sólo ha participado en la iniciativa privada, fue primer regidor en el Ayuntamiento de León, Guanajuato, con el presidente municipal Luis Ernesto Ayala Torres.
Tras el anuncio de Lombardi en torno a los zapatos mexicanos que usará Benedicto XVI, Dueñas reveló a la agencia EFE que tiene listos tres pares más y ahora va a hacérselos llegar “lo antes posible para que pueda seguir disfrutándolos en (la residencia de) Castel Gandolfo” o en cualquier otro lugar.
Informó que los nuevos pares tienen el “mismo modelo y el mismo color” que el primer par que le obsequiaron en marzo pasado durante su visita a León.
Dueñas explicó que los zapatos, de color “rojo obispo”, fueron elaborados con piel de becerro neonato luego de un proceso de investigación de “más de tres meses” para seleccionar el color, la piel y los forros internos (cabra neonata).
