León.- La entrada de último momento de André Lagravere al cartel de la tercera corrida de la Feria Taurina León 2022 fue más que afortunada.
El yucateco sustituía al recién operado José Mauricio y brindó un par de hermosas faenas al tercero y al sexto de la tarde, llevándose la única oreja de la jornada en la Plaza La Luz.
Lagravere “el Galo” alternó con el hispano Paco Ureña y con Juan Pablo Sánchez, con quienes lidió un encierro de Xajay, bien presentado aunque disparejo en su embestida, destacando por su calidad los lidiados en quinto y sexto turno.
En el primero de su lote, “Gran Empresario”, de 470 kilos, André Lagravere bordó una fina labor en el tercio de quites. Dibujó un par de chicuelinas en los tercios, seguidas de una tanda de verónicas en las que, bajando las manos, condujo pausadamente tanto por izquierda como por derecha.
La gente lo quería ver poniendo banderillas, y colocó a la perfección los tres pares, ganándose la ovación en los tendidos. Con la muleta condujo prolongadas tandas de derechazos, contando con un toro que era consistente en las embestidas.
Tres manoletinas remataron su labor con el percal, y luego de colocar tres cuartos de estoque obtuvo una oreja, la primera y única de la tarde.
Con su segundo, sexto de la tarde, “Inolvidable”, de 480 kilos, el diestro yucateco arriesgó en exceso; más para expresar su sentir del toreo que para agradar al público. El toro apenas había sido ligeramente lanceado y embestía con crudeza. Lo había recibido con un farol de rodillas, y luego de varas siguió toreando de hinojos.
Estuvo fallo con las banderillas, pero aun así pegó los tres pares. Mostró genialidad con la muleta, sacando todo el provecho que el toro brindaba por derecha. Lo que pintaba como la gran faena de la tarde se malogró con la espada; mató al segundo intento, para escuchar palmas.
Paco Ureña reapareció luego de una lesión grave en octubre pasado, donde sufrió fractura de vértebra. El diestro de Lorca ha sufrido percances que vienen frenando su trayectoria, pero tiene fondo y calidad. La pureza de su toreo volvió a manifestarse ayer en La Luz, principalmente con el abreplaza, “A don Alberto”.
El encierro había sido nombrado en honor al recién fallecido empresario Bailleres. Sorteó con arte las dificultades ante un toro de irregular embestida y mucho derrote y, luego de matar con tres cuartos de estocada, escuchó ovación y saludó al tercio.
Con el cuarto de la tarde, “Emprendedor”, buscó el toreo de varias maneras. Sin embargo, el astado fue el peor del encierro y no permitió faena. Al matar, Ureña lo hizo al segundo intento luego de un pinchazo. Palmas.
Un torero consentido en la plaza local es Juan Pablo Sánchez. Los aplausos en los tendidos lo acompañaron desde que recibió con verónicas a “Querido amigo”, segundo de la tarde. Con la muleta logró hilar series de naturales, toreando en redondo. Falló con el acero y escuchó un aviso antes de descabellar. Silencio.
Con su segundo, “Gran Taurino”, el mejor del encierro, Juan Pablo se arriesgó recibiendo con un farol de rodillas, condujo con el capote a los medios y ahí ejecutó una amplia variedad de lances. El extenso repertorio también lució en el tercer tercio, pero… nuevamente la falla con la espada. Pinchó y mató al segundo intento, y escuchó palmas.
La última corrida de feria será el próximo sábado, con Octavio García “el Payo”, Diego Silveti y Luis David, con seis astados del hierro de Villa Carmela.
