Redacción
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Un emblema de Guanajuato capital es el Teatro Juárez, el cual recibe su nombre en honor a Benito Juárez, personaje histórico de México y fue edificado del año de 1873 a 1903 por el arquitecto José Noriega y terminado por el arquitecto mexicano Antonio Rivas Mercado y el ingeniero Alberto Malo.
Este gigante de la arquitectura colonial y eclesiástica es uno de los teatros históricos más reconocidos en el País y en el mundo, el cual vivió su época de apogeo a finales del siglo XIX hasta el inicio de la Revolución Mexicana.
Anteriormente, el lugar que ahora ocupa el Teatro fue el primer convento de franciscanos descalzos en la ciudad de Guanajuato.
El Teatro Juárez fue inaugurado el 27 de octubre de 1903 por el presidente Porfirio Díaz y su construcción ocupó un gasto de 77 mil pesos. El evento que engalanó la noche de inauguración fue la Ópera Aída, de Giuseppe Verdi, a cargo de la compañía italiana Empresa Ettore Drog y Cía., dirigida por Napoleón Sieni y Giorgio Polaco.
Además el día de su apertura, en punto de las nueve de la noche, en la Capital sonaron las campanas de una de las iglesias de la ciudad y momentos después se dejaron oír las notas del Himno Nacional que anunciaban que Porfirio Díaz se dirigía al lugar.
En el momento en que Díaz entró al gran salón del recinto, la orquesta conformada por 22 profesores interpretó el Himno Nacional para dar comienzo a la celebración.
Esta joya de la arquitectura es sólo una muestra del eclecticismo que imperaba en las construcciones de aquella época, además también destaca su peristilo dórico de inspiración romana.
Su sala de espectáculos es un ejemplo de las salas europeas por su forma en herradura con cuatro órdenes de palcos y localidades generales. Su decoración interior es de estilo oriental.
La decoración del recinto estuvo en manos de los mexicanos Jesús Herrera y Gutiérrez, el señor Pérez y el señor catalán Amerigo.
Uno de los espacios más representativos de este lugar es el pórtico, así como las musas que se exhiben en a parte superior y al frente del teatro, las cuales representan la danza, comedia, astronomía y astrología , retórica, tragedia, música, poesía, arte lírico y la historia.
A simple vista, sólo se observan ochos musas, la novena se encuentra en la palma de la mano de la octava, es decir, la musa de la astronomía sostiene a la poesía lírica.
Este lugar histórico no sólo se mantiene como un atractivo turístico de Guanajuato, pues ha sido sede desde 1972 del Festival Internacional Cervantino y escenario videoclips, películas y novelas de talla nacional e internacional.
