Redacción
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Desde hora temprana la gente arribó a la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas para ver el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández que cumple 60 años de trayectoria artística, motivo por el cual la doctora Lidia Camacho, directora general del Festival Internacional Cervantino (FIC), le entregó un reconocimiento antes de iniciar su presentación.
En las gradas, la ola, los gritos jubilosos y los aplausos dieron la bienvenida a la agrupación que ha tenido una presencia constante y exitosa. En la 40 edición de la fiesta del espíritu lució, como ya es tradicional, su vasta obra artística con el profesionalismo y vigor que la ha caracterizado.
El ballet de Amalia Hernández se ha consolidado como referente de unión entre lo folclórico y lo artístico, con el objetivo de construir un discurso estético sobre las raíces, la memoria y la cosmovisión de los pueblos originarios de nuestro país.
Desde su primera aparición en el FIC y en cada presentación continúa conquistado al público que se da cita para disfrutar la unión de técnicas dancísticas, vestuario, montaje e iluminación, que permiten a los espectadores adentrarse en la ritualidad de los guerreros aztecas unida a los bailes festivos de la comunidad.
Durante su actuación en el 40 FIC presentaron el Programa del 60 Aniversario que consiste en: el Ballet azteca (Los hijos del Sol), integrado por cuatro fragmentos (Los Caballeros Tigres, Los Sacerdotes, Las Doncellas, Los Guerreros y Danza Final); Guerrero-Guerrero con el Solo de Mariquita, Las amarillas y El gusto, entre otras.
Después “Las adelitas” salieron a escena para interpretar y bailar el Corrido villista, Juana Gallo, La Adelita. No podía faltar Jesusita en Chihuahua, Las solas y luego el arte de la charrería.
Además, se apreciaron las coreografías de Veracruz con sus bailes tradicionales como La bamba. El ritmo cambió para escuchar la marimba con La llorona y La sandunga. Los aplausos se escucharon con fuerza para la Danza del Venado y el cierre fue con los bailes tradicionales de Jalisco, los cuales se convirtieron en una
verdadera fiesta que invitó a los presentes a disfrutar del colorido y riqueza musical de las raíces mexicanas.
En 1952, la bailarina, maestra y coreógrafa Amalia Hernández, egresada de la Academia Mexicana de la Danza, formó una agrupación llamada Ballet Moderno de México, con la que estrenó Sones de Michoacán, éxito que la llevó a indagar con dedicación en lo folclórico y fusionarlo con el ballet.
Después de varias giras, presentaciones en televisión y un creciente repertorio, a partir del 11 de octubre de 1959, el entonces presidente Adolfo López Mateos decretó que la sede oficial de la agrupación fuera el Palacio de Bellas Artes, donde realizan, hasta la fecha, funciones semanales.
Con motivo de su sexagésimo aniversario de vida artística, en 2012 realiza una extensa gira por la República Mexicana, y visita ciudades de Estados Unidos, Colombia y de la República Popular China.
Actualmente, Salvador López López es el director general y cuenta con la dirección artística de Viviana Basanta Hernández. La agrupación ha cosechado alrededor de 400 galardones, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes (1992) a Amalia Hernández; el Premio de Las Naciones (1961) como la mejor compañía del mundo, recibido en Francia, y la medalla de oro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
