Redacción
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Con el estreno nacional de Isla (2005), pieza para ensamble amplificado con electrónica en vivo, de Juan Sebastián Lach (1970), comenzó el concierto de Liminar Ensamble de Música Contemporánea, grupo de músicos mexicanos con trayectoria internacional, que es dirigido por Alexander Bruck y que se presentó en el Auditorio de Minas, como parte de la 40 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Con un trabajo que habló de la madurez artística de sus integrantes, de una profunda comprensión de las nuevas tendencias artísticas y de los distintos lenguajes sonoros, el conjunto se ha dedicado a crear un repertorio que explora las inéditas composiciones, así como la música creada el siglo pasado, ofreció tres estrenos nacionales y uno mundial de autores mexicanos.
Gracias al compromiso personal de cada uno de los ejecutantes, a la sensibilidad y compromiso hacia el discernimiento de la música actual y al dedicado esfuerzo de los ejecutantes, la gente escuchó una exposición musical de gran amplitud y diversidad temática que deleitó.
El recital que fue dirigido por Rodrigo Macías, invitado del grupo, resultó una exploración de la obra de nacientes y originales compositores mexicanos, autores de piezas de música contemporánea desconocidas, hasta ayer, por públicos numerosos.
La ejecución de Isla, por ejemplo, llevó a los oyentes a reflexionar, como lo dice el autor en el programa, en la sensación que tuvo el músico al componerla, de encontrarse en un lugar de reclusión por medio de la creación.
OUT…INTO THIS WORLD…THIS WORLD (2012) pieza para clarinete bajo, corno, sintetizador, voz femenina, viola y violonchelo, del compositor Edgar Guzmán (1981) fue otra de las obras que llevaron. La pieza está construida a partir de la obra Not I del célebre literato irlandés Samuel Beckett (1906-1989).
Por primera vez en México, se presentó Escritura Automática, para CD cuadrafónico, flauta, clarinete bajo, voz, percusión, violín, viola, violonchelo (todos amplificados) y
electrónica en vivo, de Ignacio Baca Lobera (1957). La música representó: “el potencial de la voz humana, con cierto grado de, aleatoriedad en la interpretación y la composición y la repetición inexacta”, como lo narró en el programa.
De Hilda Paredes (1957), el conjunto ejecutó Revelación, obra para flauta, clarinete, corno, percusiones, piano, violín, viola, violonchelo, contrabajo y electrónica, una excursión sonora inspirada en la obra de la pintora surrealista Remedios Varo.
El encuentro cerró con el estreno mundial de Irregularidades transitorias, para ensamble mixto de 12 instrumentos de Manuel Rocha Iturbide (1963), escrita especialmente para la fiesta del espíritu con apoyo del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA), del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
Liminar explora y difunde la música de las vanguardias del siglo XX, la música mexicana contemporánea más propositiva y la música experimental en la tradición que parte de la obra de John Cage (1912-1992). La agrupación se preocupa por la formación, no sólo de nuevos públicos, sino de diversas generaciones de instrumentistas que sepan enfrentar con éxito los retos que supone la realización de partituras inusuales o complejas.
Alexander Bruck participó en el concierto tocando la viola. La actividad musical de Bruck (1975) se ubica entre la música de concierto de los siglos pasados, el rock, la música electrónica, el free jazz, el noise y el arte sonoro. Se ha presentado en la mayoría de los foros y festivales de música contemporánea e improvisada en México, además de tocar en varios países de Europa, así como en Perú y Estados Unidos.
