León, Gto.- La segunda corrida de toros de la Feria de León 2022 tuvo todos los ingredientes para una tarde vibrante, llena de emociones, de grandes actuaciones y de trofeos. Orejas y rabo para Leo Valadez, y dos orejas respectivamente para los otros alternantes, el Juli y el Zapata.
La plaza La Luz tuvo un lleno total, a diferencia de la corrida de toros y novillada previas. Esta vez, el factor Julián López fue el imán indiscutible de taquilla, aunado a que el hispano compartía cartel con Uriel Moreno el Zapata y con Leo Valadez, este último triunfador de las dos anteriores temporadas. Antes de la corrida, le fue otorgada la “Zapatilla de plata”, premio por la mejor faena del 2020.
El programa estuvo redondeado con toros de la ganadería de Begoña, en peso y forma, que con nobleza y trapío cumplieron de la mejor manera, excepto el tercero y el quinto de la tarde.
LEO: MANTIENE EL PASO
El aguascalentense Leo Valadez la tenía difícil: los alternantes habían cortado las dos orejas a sus respectivos primeros toros de la tarde. Él, tercero en el turno, se mostró voluntarioso para no quedarse atrás. Le tocó “Aventurero”, de 482 kilos, que brindó al novillero Miguel Aguilar y con el que ejecutó una bella faena de capote; colocó banderillas muy bien puestas y, pese a que el toro era distraído, Leo se mostró poderoso con la muleta y le sacó algunos pases notables. Luego de un pinchazo, colocó una estocada entera y escuchó palmas.
Con su segundo, sexto de la tarde, volvió a ir por todo: “Apasionado”, un castaño de 502 kilos, al que saludó con dos largas cambiadas en las que expuso de más el físico. Dio muestra, con estos lances, de que no se quedaría sin el triunfo. El segundo tercio lo cubrió a petición del público, y lo hizo más que satisfactoriamente. Inició la labor muleteril toreando de rodillas por derecha; luego pases largos y templados, siempre muy cerca del toro. Al momento de tirarse a matar, en los tendidos le pedían prolongar la armoniosa faena, pero solo dio dos pases más antes de enfilarse con el estoque. Lo colocó en todo lo alto y hasta la empuñadura, logrando la inmediatamente del burel que mereció arrastre lento. Los pañuelos albearon los tendidos y la autoridad concedió orejas y rabo.
EL ZAPATA, CON VERDAD
El tlaxcalteca Uriel Moreno posee arte completo en los tres tercios. El abreplaza “Galante”, de 475 kilos, traía empuje y era constante en su embestida. El Zapata saludó con afarolado de rodillas y prosiguió con una tanda de verónicas, medias verónicas y una tafallera.
Brindó al público y colocó tres perfectos pares de banderillas, que le merecieron ovación de pie. Al cambio de tercio, encontró la mejor embestida por derecha y ahí se aplicó. Toreó en redondo y realizó cambiados por la espalda efectivos y aplaudidos. Cuando mató, colocó la espada completa pero fue levantado por el toro cuando este derrotó; al caer, se golpeó el rostro con la cornamenta y en el suelo estuvo a punto de ser cogido. Aun así, el astado ya estaba prácticamente muerto y Uriel obtuvo las dos primeras orejas de la tarde.
El segundo de su lote, “Valeroso”, de 491 kilos, permitió poco juego con la muleta y, tras una buena estocada, el Zapata escuchó palmas.
JULI, MUCHA EXPECTATIVA
En su incipiente campaña 2022 en México, Julián López había salido a hombros la víspera en Juriquilla, y a León no venía por menos. Le tocó “Soñador”, de 486 kilos, al que toreó pausadamente con la capa en los tercios. El astado mostró gran nobleza en el toreo con muleta, luego de un par de doblones el Juli lo lidió con técnica depurada por naturales, hilando tandas completas, para rematar con el desdén. Un estoconazo ligeramente retrasado bastó para fulminar a “Soñador”, y por aclamación del público se llevó dos apéndices a la espuerta. Los aficionados no tomaron en cuenta lo alejado que se colocó el Juli del paso del animal. El toro mereció vuelta al ruedo.
En su segundo toro, el maestro español enfrentó a “Enamorado”, un bonito cárdeno bragado calcetero de 502 kilos, desafortunadamente dañado de los cuartos traseros y que escuchó pitos, al que López tuvo que despachar enseguida. Lo despachó de media estocada y pinchazo.
